miércoles, 20 de junio de 2012

Soy una indocumentada

Marchando con otro despiste de los míos.

Ayer fui al gimnasio, como lo tengo al lado de casa me daba pereza ir con el bolso, la mochila, la basura. Es que yo a veces salgo de casa que parezco un caracol con toda la casa a cuestas.

Esta mañana cuando he salido de casa, un poco menos caracol y aun así con el bolso, el casco de la moto y la chaqueta, no me he percatado que llevaba menos peso de lo habitual.

He continuado mi rutina de cada día. Me ido a tomar un café, a media mañana, y muy amablemente un compañero me ha invitado. Luego, al mediodía, he ido a comer con los compañeros y ha sido entonces, cuando he ido a pagar, que me he dado cuenta que me había dejado el billetero en casa.

Ahora no paro de pensar en las consecuencias de ir indocumentada por el mundo... La de cosas que podrían llegar a pasar...

¿Y si tengo un accidente y me convierto en una muerta viviente? Nadie me reconocería, me llamarían la muerta que anda raro y que solo sabe decir "cerebro, cerebro..." con voz ronca.
¿Y si me secuestran unos terroristas? Como me nombrarían los periodistas. Ya me veo los titulares "Chica catalana es secuestrada por terroristas y se hace pis." Bueno, quizás en esta situación mejor que no sepan mi nombre...
¿Y si son extraterrestres los que me secuestran? Como les demuestro que soy humana. Aunque en la foto del DNI muy humana no parezco, que tengo una pinta más bien fantasmal.
¿Y si hay un tornado y se me lleva a Tejas? Tendría que quedarme a vivir con Dorothy y Totó, de forma ilegal, por supuesto. Que las leyes de inmigración de Estados Unidos son muy chungas y cualquiera les dice "No mire, oiga usted, yo es que he venido en tornado..." Directita que me iba pa Guantánamo.

En fin, que quizás si es normal dejarse  uno la documentación en casa pero que se me pasen todas estas cosas por la cabeza, ¿queréis decir que es normal?

¡Feliz verbena de Sant Joan a todos!

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