En el cine se han llegado a decir muchas frases que han quedado para la posteridad, hace poco pude volver a vivir una de las buenas "Soy Iñigo Montoya, tu mataste a mi padre. Preparate para morir".
Grandes genios pensantes han dejado un gran legado para la humanidad. "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo" Albert Eintein. Pero en la vida real, en el día a día grandes perlas se pierden por el entendimiento de unos pocos.
Donde yo trabajo, que gozamos de un ambiente, digamos más que distendido, soltamos cada dos por tres alguna perla. Un compañero es el encargado de tomar nota de todas ellas y aunque no entendierais nada si os las relatara ahora mismo, más bien os harían poca gracia y os aventurarías a clasificarnos de chalados, seguro que a mis compañeros les entraría nuevamente la risa al volver a leerlas.
Todos queremos ser recordados por nuestros logros, por las metas alcanzadas en la vida pero desgraciadamente algunos se nos pone una estampita en la frente y se nos recuerda por cosas muy distintas a las que nos gustaría. Yo, por ejemplo, no seré recordada por mis obras a lo Jane Austen, sino por una frase que escribí hace una década en mi trabajo. Por aquél entonces yo describía en la página web de nuestra tienda los productos de merchandising que teníamos. Llegaron unas figuritas en forma de ositos picantones. Eran ositos vestidos de bombero sexy, de Darth Vader cachondo y había algunos uno poco más subidito de tono. El caso es que describirlos no era tarea fácil pero me puse manos a la obra y escribí lo que buenamente se me ocurrió, con tal mala fortuna que uno de ellos estaba haciendo marranerías con una oveja y mi frase, mi gran frase, el conjunto de vocablos por el que seré recordada será para siempre y hasta siempre "si la cabra tira al monte..." Ni recuerdo como la terminé, quizás ni la terminé, ya está quería hacer gracia y lo había conseguido. En mi círculo laboral soy conocida por mi humor cabaretero, como dicen algunos. Ahí está claro que empezó mi fama y en ese sentido lo admito, soy malota y el chiste fácil me puede.
Si algún día consigo dejar un legado cultural ya sea a la humanidad, a mis hijos o a mis gatos (porque parece que sino hay una cosa hay muchos de la otra), por favor, poner en mi epitafio "si la cabra tira al monte... Ahí estaré yo para reírme", que quizás normal, muy normal no será pero divertido seguro.
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